Ya tenemos otra vez en danza á Machín. La temporada pasada el «caso» se presentó en la Región Centro. En la actual, ha hecho su aparición en la del Norte. Como puede apreciarse. Machín es una especie de cometa, que siempre trae cola. Es muy brillante, pero es extraordinariamente perturbador.
El «caso» Machín actual, es tan evidente que sólo una falta de espíritu deportivo y de nobleza, puede pretender aprobarlo. Expongámoslo brevemente.
Este jugador aparece inscripto en la «Real Sociedad» el año 1913. La temporada pasada
(1914 á 1915), juega en la Región Centro con el «Madrid F.C» , motivando el primer «caso» Machín. El Reglamento que regía entonces no permitía á los jugadores para los
efectos del campeonato, figurar más que en las listas de un sólo club Luego Machinbarrena, jugando con el «Madrid F.C. » , era baja en la «Real Sociedad», para los efectos del campeonato.
El Reglamento actual exige para tomar parte en el campeonato que los jugadores se inscriban en la Federación regional á que pertenece el club con quien van á jugar, no pudiendo estar inscrito más que por un sólo club y una sola Región, aunque sea socio de otros clubs, pertenecientes ó no á distintas regiones. (Artículo 6.°)
Machín, sin darse de alta en la Federación del Norte, juega un match de campeonato. La Federación trata de descalificarle y se oponen los clubs guipuzcoanos. No están conformes con el Reglamento.
El presidente les hace ver la imposibilidad de que juegue un jugador que no está inscripto, pero se obstinan en que se apruebe el quebrantamiento de la ley. Ante semejante atropello, el presidente les advierte, que de votarse este absurdo, él salvará su voto y su responsabilidad.
La fuerza del número, no debe nunca servir para anular el Reglamento. Comprendiendo el despropósito, se decide someter el «caso» á la Federación Española, encomendándole su resolución.
El Comité Nacional, dirá ahora si los reglamentos se hacen para que se respeten ó solamente para aplicarlos según las conveniencias de los clubs.
Está en peligro por tanto la virtualidad de un reglamento y tal vez la paz y existencia de una Federación.
De esperar es, que la Federación Española salve este conflicto, velando por el decoro del fútbol nacional.