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Madrid F.C. contra Barcelona F.C. abril 1917

Madrid F.C. contra Barcelona F.C. abril 1917. Al presentarse en el campo el equipo catalán, es saludado con una salva de aplausos; no cabe duda que nuestro público es altamente deportivo, y como sportmens, todo en él es nobleza y facilidad para olvidar pronto agravios, por fuertes que fueran éstos. Todavía no hace un año, este club, al que al presentarse ahora se le recibe con una ovación, organizó y contribuyó á realizar contra el «Madrid F. C.» uno de ios actos de mayor barbarie que hemos visto en materia de fútbol, y sin embargo, nuestro nunca bien ponderado público se olvida de ello, se acuciada de que en sport todo ha de ser nobleza, y con arreglo á ello obra, dándonos con esto una gran satisfacción á todo buen centralista y una lección á quién la haya de menester.

El equipo del «Barcelona», lo forman:
Brú, Reguera, Pedrell, Amat, Sancho, Baonza, Garchitorena, Serrat, Martínez, Hormeu, Rovira,
y el del «Madrid», Teus, Manzanedo, Múgica, Alvarez, Ortola, Zabalo, De Miguel, Sansinenea, Bernabeu, Petit (R.), Aranguren (S.)

A los pocos minutos de empezar, Martínez, que se ha corrido á la derecha, lanza, desde muy lejos, un centro bombeado que, gracias á la mala colocación de Teus, se convierte en goal.

Sacado el balón del centro, se apodera Petit de él, lo pasa á De Miguel, que corre la línea muy bien, por un pase corto le entrega la pelota á Sansinenea, el que la coloca materialmente á los pies de Bernabeu que, de un magnífico shoot, la introduce en la red.

El segundo tanto para los madrileños también lo consigue Bernabeu, que está jugando superiorísimamente.

Sotero ha shootado después tan admirablemente que el balón ha dado en un larguero yendo á parar al otro, y en esa trayectoria el balón ha entrado en el marco, pero el arbitro no lo da goal. Y con un dominio completo del «Madrid» termina el primer tiempo.

A poco de empezar el segundo tiempo, Bernabeu tiene que retirarse con una lesión que, desgraciadamente, le impedirá jugar por algún tiempo.
«Madrid» juega con diez jugadores, pero no se desanima, sino que por el contrario ataca constantemente: en uno de sus avances, Aranguren coge el balón y, haciendo verdaderos
primores, liega hasta la línea de córner, desde donde centra colosalmente, y tan preciso es el centro, que á Sansinenea le basta con poner el pie para conseguir el tercer tanto.

El «Barcelona» se rehace algo y ataca furiosamente, consiguiendo dominar, pero sus ataques se estrellan en Mújica, que está colosal, ó en Teus, que jugó maravillosamente, haciendo una de las veces una parada en la que se jugó si no la cabeza, una parte muy importante de ella: eso ya no es valentía, Sr. Teus, eso es una verdadera temeridad, que si bien es verdad que le valdrá muchos y merecidos aplausos, también puede costarle un serio percance.

Alvarez, de medio, jugó una enormidad; Sotero, tuvo una gran tarde; De Miguel, como siempre, este jugador nunca está mal; Artola, trabajadorsisimo, y Sansinenea, todavía demasiado loco.

Del «Barcelona», Brú no se comportó como corresponde á su fama; las defensas algo desconcertadas; los los medios bien; Baonza, sigue su juego sucio.

Lo mejor, á lo menos lo que más jugó, fué la línea de delanteros: Martínez es peligrosísimo; Garchitorena gustó mucho también, y Serrat lo considero como un gran interior.